SEMIDIOSES

Los semidioses forman la parte más baja de la escala divina. Normalmente son antiguos mortales a los que los dioses mayores han otorgado poderes para que defiendan su causa.

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IDALA, la Guía de las Almas

Idala es una semidiosa fuera de la norma, pues no es adorada por nadie. Ningún clérigo recibirá poderes por rezarla, ni ningún seguidor conseguirá beneficios por celebrarle cultos.

Su misión es sencilla: guiar a las almas por el laberinto para llevarlas al pozo de almas en Aharon, donde son juzgados. Esta deidad ni siquiera se preocupa porque las almas lleguen. Simplemente las guía por el laberinto, si cualquiera desea seguir otro camino es libre. Idala nunca hará más de lo que se le ordenó hace eones.

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GAWAIN, el Guardian de los Sueños

Gawain es parecido a Idala ya que tampoco es adorado por nadie. Su misión es simple, que los sueños de los mortales no escapen de donde están y no se conviertan en realidad, es decir, que los sueños sigan siendo sueños. Unos pocos le imploran a la hora de descansar para no sufrir pesadillas, pero él no siempre escucha.

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KUNJÉ, Dios de los Bárbaros

Kunjé es un ejemplo de semidiós constituido de forma completa por la esencia de una divinidad. Kunjé depende de Kara, diosa de la Guerra. No obstante, la esencia de este semidiós es más caótica que la de Kara. Por eso es seguido por aquellos clérigos que no pueden adaptarse a la estricta conducta de los karatares. Es muy adorado entre los bárbaros, que no pueden alistarse a las filas de Kara.

Para ver los poderes de Kunjé, revisa los datos de Kara, Diosa de la Guerra